En medio de un gran estadio de boxeo se encontraban dos peleadores dando el máximo en el ring, uno de ellos era un peli blanco oji azul que tenía una combinación asombrosa de fuerza y agilidad, pero su oponente era igual o casi más fuerte que el, siendo un luchador realmente peligroso a la hora del cuerpo a cuerpo, los dos eran luchadores de corta distancia dando golpes cortos pero que parecían dinamita al impactar, como podían esquivaban golpes y lanzaban contras intentando mirar una baja en el adversario, se lograba ver la determinación de los dos en medio de la arena, como si con cada golpe estuvieran diciéndole a su oponente ¨cáete!¨ la desesperación de los peleadores hacia un espectáculo realmente impactante, una verdadera guerra de titanes en el ring, el peli blanco tomo distancia de su oponente para comenzar a moverse lado a lado balanceando su peso como si de una peonza se tratara haciendo en el aire una imagen de 8 acostado, su oponente se quedo impactado mirando la ofensiva del contrincante, pero al igual actuó contra su ataque, tirando su cuerpo contra el golpeándolo justo en la mitad del cuerpo deteniendo su movimiento, pero gracias a eso mismo el peli blanco logro dar un golpe bastante doloroso en las costillas del oponente, aunque las cosas no acabarían ahí pues el campeón reacciono al golpe en las costillas tirando un upper hacia la mandíbula del peli blanco, chocando contra esta y tirándolo hacia atrás, las piernas del albino temblaron a punto de caerse, pero con una mirada llena de moretones y determinación permaneció de pie mirando a su oponente y conservando su guardia.
– No puedo perder… - esos eran los pensamientos que pasaban por la cabeza del retador, mientras en un movimiento desesperado se abalanzo hacia el campeón con un enorme grito, el campeón empuño con fuerza sus brazos dirigiéndose hacia su rival aceptando el reto del albino, en ese momento el peli blanco lanzo un directo a la cara del campeón, este pensando que sería fácil bloquearlo subió su guardia para detener el golpe, pero realmente era un finta, el peli blanco agacho sus piernas lanzando un poderoso golpe al hígado de su rival, para después impulsarse hacia arriba con sus rodillas y conectar un uppercut en la mandíbula del campeón, este golpe fue fulminante, dejando abierta la defensa del adversario, sin perder tiempo nuevamente empezó su movimiento de peonza de lado a lado balaceando el peso de su cuerpo, la multitud enardecida gritaba el nombre de los luchadores pero estos simplemente querían terminar el combate, con una espectacular lluvia de golpes el albino destrozo la cara de su adversario, estampándolo contra el piso, anonadado de por fin haber tirado a ese titán, camino como pudo hasta la esquina donde lo esperarían su maestro y mentor, aunque en realidad en la esquina no había nadie, el albino se sentó solo en esa esquina mirando a su oponente, que estaba siendo asistido por el árbitro quien levanto sus brazos señalando un KO, una sonrisa dibujo la cara del albino.
Comentarista: Por fin!! Gana el titulo nacional!! Ryota Silfur!!!!!!!!!!
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¿??: Oee!! Ryota !! Oe!! Despierta!!!, Y por amor al cielo pónte ropa!!!!!
- Ah?... jooo, solo era un sueño, soñé que ganaba el título nacional de boxeo haha, a que mola verdad!? – exclamo con una sonrisa el peli blanco mientras notaba como su cuerpo se encontraba desnudo, y solo lo tapaba una manta, como de costumbre el peli blanco se había quitado la ropa mientras dormía, un tic que tenía desde pequeño, pues según el hacía mucho calor siempre, así estuviera en las condiciones más adversas. Despertándolo se encontraba la cacera del hogar donde él vivía, una mujer de edad que lo cuidaba desde pequeño haciéndole un favor al padre del adolecente. – Haha pues bien por ti hijo, pero hoy comienza tu inducción para entrar a la marina así que ya prepare tus maletas, después de todo algún día te irías a seguir los pasos de tu padre no? – dijo la anciana con una voz dulce mientras le dejaba ropa limpia sobre la cama del chico y también un bolso con ropa para que se llevara, pues ese día como lo había mencionado la mujer, Ryota se entregaría a la marina para así poder seguir los pasos de su padre quien era un vicealmirante de la marina, desde pequeño el peli blanco vivió en ese lugar, viendo a su padre pocas veces quien le había enseñado un poco de combate, pero como casi nunca estaba en casa el padre, Ryota se entreno solo, y al no tener padre ni madre y un color de cabello complicado, se metió en barias peleas por simplemente tipos que se reían de su color de cabello o de su padre, aun asi el pequeño era alguien bastante amigable, pero que no era para nada disciplinado.
Sin perder tiempo el chico se levanto de su cama colocándose la ropa, y tomando el morral, tenia puesta un gorra de color azul, disponiéndose a partir de la casa donde había vivido desde pequeño.
– see you nana!, espero verte pronto, ya lo veras me hare endemoniadamente fuerte! – exclamo mientras tomaba carrera hacia el cuartel general con un pan en sus labios.
Mientras corría por las calles se podía ver con una gran sonrisa, pues por fin seguiría los pasos de la persona a quien mas había admirado desde pequeño que era su padre, aunque su meta no era ser como su apdre era ser aun mas fuerte que su padre, pues a pesar de su infancia siempre le agrado pelear contra tipos fuertes, mientras corría, las demás personas de las casas cercanas se entraban asustadas por el, pues se rumoraba que era un vándalo busca pleitos.
– Joo, ya lo verán me hare un gran marine ¡!- pensaba mientras todos lo miraban con ojos de desprecio, de tanto correr por fin había llegado a donde se estaba realizando la fila de nuevos ingresados, rápidamente se formo en esta esperando a que llegara su turno, pero antes de eso, tres tipos que estaban detrás de el comenzaron a mofarse de que un simple adolecente quería entrar a la marina, y de que eso no era cosa para niños, además de que también se burlaban del color de su cabello, pensando que era uno de esos tíos que se tinturaba el cabello, uno de ellos dio el primer paso hacia Ryota empujándolo hacia un lado haciéndolo salirse de la fila, este inmediatamente giro a mirarlo con una cara bastante cabreada por todas las cosas que había escuchado que ellos estaban hablando. – Tio… o te quitas o te parto la madre… - musito Ryota con una mueca de enojo en su rostro. – Pues te aguantas, eres pequeño así que respeta a tus mayores, además solo eres un debilucho que harás al respecto? – dijo el hombre, justo después de decir eso, Ryota se impulso para adelante dándole un cabezazo en toda la nariz, rompiéndole esta por la fuerza del golpe causando un lagrimeo intenso en los ojos, para dar un golpe a su estomago haciéndolo caerse al suelo sangrando. – Joooder… las personas de hoy en días son realmente débiles, oe, ustedes también quieren seguir mofándose? – explico el peli blanco chocando sus puños mirándolo sobre su hombro, los otros dos simplemente se quedaron perplejos al ver la fuerza del albino aunque, para la mala suerte de Ryota un marine estaba detrás de el mirando lo que pasaba, rápidamente el marine lo saco de la fila agarrándolo por la ropa, obviamente Ryota no lo golpearía pues no era lo mejor, aunque ya había causado una mala impresión ante los tipos que aceptaban a los reclutas, el marine le dijo que tomara sus cosas y se regresara, pues ahí no quería buscapleitos, Ryota intento explicar lo que había sucedido pero no le creyeron sacándolo de la fila de admisión.
Lamentablemente por mas que dijo palabras no pudo evitar que lo sacaran de la lista de admisión de la marina, sacándolo así del lugar por simplemente haber golpeado a aquel sujeto por haberse burlado de el en la cara, tal vez Ryota no era el tipo de personas para ser marine o al menor eso era lo que pensaba, mientras se quedaba sentado en una banca con sus cosas, de repente comenzó a nublarse el cielo y caer una leve llovizna, el peli blanco empuño sus manos en la baca mirando hacia adelante, pues al parecer había echado a perder el sueño de toda su infancia.
– Joooder… - musito mientras de sus ojos salían lagrimas, por no haber cumplido la primer parte de su sueño, simplemente por ser una personas bastante problemática, sin pensar en eso se levanto enfurecido golpeando su mochila hacia delante. – a la mierda!!! Ser marine mis huevos!!! Ya no quiero ser algo asi, no hubo justicia en lo que paso hoy, que clase se marina es aquella dónde sacan a alguien por defenderse, yo mismo hare mi propia marina!! – grito mientras se arrodillaba golpeando fuertemente al suelo de manera de enfado, ahora nadie sabría que pasaría con el sueño del peli blanco, además de quien sabe como llegaría a encontrar su tipo de justicia, pues aun no lo tenia en claro, fuera lo que fuera, el se quedaría en ese lugar golpeando el piso hasta que sus nudillos sangraran o el se calmara.